Poema sonorizado
Supiste que había cinco
peldaños desde mis pies hasta mi pubis y diez, subiendo en espiral, hasta mi
pecho.
Encontraste un descansillo de dos pezones, piel blanca y pecas, justo a la altura de la garganta que había empezado a incubar el jadeo.
Encontraste un descansillo de dos pezones, piel blanca y pecas, justo a la altura de la garganta que había empezado a incubar el jadeo.
Escuché con los oídos embotados
y las manos ciegas el ejercicio de tus piernas.
Cinco peldaños más
había desde mi boca a mis ojos, atravesando la nuca y escuchándonos.
Pero perdiste el ritmo.
Obviaste cual era mi
tamaño.
Olvidaste tomar tu aire
y
te dio flato.
te dio flato.
SK