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Dejadme en paz, no quiero saber ni sentir vuestros ataques de
ego, vuestros bostezos de miedo, vuestras faltas de educación y memoria
selectiva. Dejadme en paz, será el último roce, el saludo al horizonte que se
mira los zapatos.
La voz, la música y los ojos de mi cerebro.
Desapareceré yo
misma. No notaréis que me he ido.
SK
Poema sonorizado
Supiste que había cinco
peldaños desde mis pies hasta mi pubis y diez, subiendo en espiral, hasta mi
pecho.
Encontraste un descansillo de dos pezones, piel blanca y pecas, justo a la altura de la garganta que había empezado a incubar el jadeo.
Encontraste un descansillo de dos pezones, piel blanca y pecas, justo a la altura de la garganta que había empezado a incubar el jadeo.
Escuché con los oídos embotados
y las manos ciegas el ejercicio de tus piernas.
Cinco peldaños más
había desde mi boca a mis ojos, atravesando la nuca y escuchándonos.
Pero perdiste el ritmo.
Obviaste cual era mi
tamaño.
Olvidaste tomar tu aire
y
te dio flato.
te dio flato.
SK
Petición
Llévame al Norte, que quiero
saltar.
Llévame al Sur, que recupere
el pulso.
Llévame al Este, que les rompa
la cara.
Llévame al Oeste, que se las
devuelva nuevas.
Ceguera
Me ves fea.
Me ves fea.
Me ves fea.
Me ves fea.
Me ves fea.
Me ves fea.
Me ves fea.
Yo te contemplo y ay...
ahora
al fin,
ya no me ves.
SK
Status
Desperté ciega.
Desperté con tres pares de brazos:
Uno
para arrancar despacio la costra que por completo cubre y ocupa,
meditando cada pedazo y pellizco, cada rojo error.
Otro
para acariciar mi nueva piel y dibujarte a lápiz en el punto de fuga,
volviendo a la vida sin perder la simetría.
El otro
para cantarme y amarme,
por arriba por abajo, con música y en silencio, de dentro afuera y de afuera a dentro, debajo de la sábana o sin ella.
Desperté con el corazón en la boca,
le envié a caminar hacia la costa, húmedo de saliva de beso de buenos días.
Me retrasé,
porque el dolor es viejo y los senderos estaban llenos de polvo.
Nos encontramos en un pico por encima de las nubes y desde allí, fuimos desnudos,
desprendidos con sabor a carne cruda, rodando hasta el mar.
Ahora floto con el pecho abierto y mi corazón ruge.
Ahora se lavan mis ojos en sal y son brasas,
blancas.
Grito al cielo,
las burbujas crean una corona alrededor mientras
me disuelvo.
Y rodar por el polvo
y rodar por el polvo
y fecundar con el polvo todo un océano.
SK
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